
Con la Constitución Política de la Ciudad de México, se transformó el Gobierno local y el 1 de octubre pasado las delegaciones desaparecieron y se transformaron en alcaldías. Esto impactará y dará más certeza al mercado de los bienes raíces de la capital, aseguró Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com.
“Este nuevo marco constitucional enfatiza el uso de los espacios públicos basado en el derecho a la ciudad. En el actual contexto, en que los niveles de inseguridad y deterioro urbano se han incrementado, tenemos que sí, efectivamente esta nueva constitución capitalina abona señales de desarrollo inmobiliario”, declaró el experto.
La Carta Magna local otorga más facultades a los gobiernos municipales, con lo que las alcaldías serán las responsables de la administración de los recursos, con menor dependencia de la Secretaría de Finanzas local.
“Una mayor autonomía brinda mayor independencia presupuestaria. Esto facilita una mejor asignación de recursos locales con base en un gasto más transparente, lo que también hace que su gasto sea más expedito, que depende menos de participaciones federales y del gobierno de la ciudad”, insistió González.
Esto modificaría las relaciones entre autoridades y desarrolladores para emitir permisos y provisión de servicios públicos de las obras nuevas, lo cual propicia el crecimiento de la industria a escala local.
Cuauhtémoc es la alcaldía que reporta la mayor plusvalía de CDMX, con 25.7 por ciento, pues en el último año sus precios pasaron de 25,770 pesos por metro cuadrado a 32,400 de octubre de 2017 a octubre de 2018.
Le sigue Miguel Hidalgo, con 19.8 por ciento, con precios de 47,000 a 56,000 pesos por metro cuadrado en el mismo lapso. Esto la convierte en la alcaldía más costosa de CDMX.
Benito Juárez es la siguiente, con 13.8 por ciento, al pasar de 34,970 a 39,828 pesos por metro cuadrado.
Álvaro Obregón (13.4%) e Iztacalco (10.8) también registran una plusvalía considerable.
Tema polémico
En septiembre de 2018, entró en vigor la Constitución local que, aunque dejó fuera la captación de plusvalía, agregó una figura similar en su artículo 16: “La ley regulará la obligación de los propietarios de desarrollos inmobiliarios de pagar una compensación monetaria para mitigar el impacto urbano y ambiental, a fin de contribuir al desarrollo y mejoramiento del equipo urbano, la infraestructura vial e hidráulica y el espacio público.
Aún queda pendiente definir una ley secundaria o reglamento que detalle cómo se aplicará algún lineamiento.
En este contexto, Ciudad de México ha mostrado rendimientos robustos, una dinámica edificación residencial, mezclas inmobiliarias con un flujo creciente de inversiones y nuevas expectativas de crecimiento.
“Por lo que podemos ver que el mercado inmobiliario local cuenta con un marco institucional sólido, así como con un alto grado de integración con el resto de los sectores productivos”, concluyó González Tejeda.
Texto: Verónica Mondragón