Una gran cantidad de colonias, en la Ciudad de México (CDMX), se ven afectadas por el proceso de gentrificación. Por ejemplo, Santa María la Ribera se ha vuelto uno de los barrios más populares entre los extranjeros, que buscan residencias temporales en el país.
Por eso, en Propiedades.com, entrevistamos a Rodrigo, maestro tostador en Elipsis: casa tostadora ubicada en Santa María la Ribera. Esto para conocer su experiencia con la gentrificación en la colonia.
Colonia Santa Maria la Ribera
La colonia Santa María la Ribera es una de las zonas que pasan por el proceso de gentrificación en la capital. Pues destaca por su ubicación céntrica, en la alcaldía Cuauhtémoc; así como por sus servicios, lugares de entretenimiento, bares, restaurantes, parques y demás.
De acuerdo con el Gobierno de México, antes del Virreinato, en esta colonia solamente habían pastizales y huertos.
Pero la zona comenzó a crecer, después de que se le colocó, en la ribera del Río Consulado, la Garita de Tlaxpana para el cobro de impuestos a mercancías y el resguardo militar.
¿Por qué se llama Santa María la Ribera?
De acuerdo con el Gobierno de la alcaldía Cuauhtémoc, antes de ser una colonia, fue el rancho de Santa María la Ribera y la Hacienda de la Teja.
Pero, cuando se le vio el potencial como zona residencial, la historia del fraccionamiento comenzó.
¿Cómo se fundó Santa María la Ribera?
En 1859, nació el primer fraccionamiento de la capital y la primera sociedad inmobiliaria “Flores Hermanos”, que se encargó de la creación de esta nueva zona de la ciudad.
¿Quién fundó está colonia?
Los hermanos Estanislao y Joaquín Flores Casillas desarrollaron el fraccionamiento Santa María la Ribera. Ellos anunciaron la venta de terrenos, según El Universal, de la siguiente manera:
“Porque México tiene sin duda que crecer, y todo anuncia que será hacia el lado poniente, donde la belleza del paisaje, la abundancia de aguas potables, la existencia de otros lugares, la variedad de vías que se cruzan y otras mil circunstancias propician este llamado a la población”
Estanislao y Joaquín Flores Casillas.
La traza de la colonia estuvo a cargo de Francisco Jiménez, quien contempló, en un inicio, 56 manzanas con 20 lotes cada una.
En diciembre de 1861, la colonia fue oficialmente reconocida como Santa María la Ribera.
Y, a mediados del siglo XX, se incrementó su población y se asfaltaron sus calles, para mover coches con caballo y tranvías de mulas.
¿Qué ver en la colonia?
Actualmente, en la colonia, se reúnen las familias para disfrutar de sus múltiples atractivos:
- Parque de Santa María la Ribera
- Kiosko Morisco
- Museo Universitario del Chopo
- Museo del Instituto de Geología de la UNAM
- Teatro Sergio Magaña
Las estadísticas inmobiliarias se pueden ver en Mapa de Precios de Propiedades.com. Por ejemplo, en Santa María la Ribera, las viviendas tienen un precio promedio de venta de 2,669,976 pesos y cuentan, generalmente, con dos recámaras, dos baños y un lugar de estacionamiento.
En nuestro Mapa de Precios, puedes ver esta información, de cualquier zona de CDMX y Guadalajara, ¡totalmente gratis!. Da clic al botón de abajo para más información.
Parque de Santa María la Ribera
Santa María la Ribera cuenta con un parque icónico, en el cual se encuentra uno de los kioscos más bellos de México.
El Kiosco Morisco, así como el Museo del Chopo que también está en la colonia, son construcciones desarmables que se pueden transportar.
Kiosco de Santa María la Ribera
El Kiosko Morisco es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital, un espacio que reúne a diferentes comunidades de la ciudad.
Su historia comenzó en el siglo XIX. De acuerdo con infobae.com, en 1884-1885, fue diseñado por el ingeniero José Ramón Ibarrola para representar a México en la Exposición Universal de Nueva Orleans.
Y, en 1910, el Kiosko Morisco encontró su lugar definitivo, en el parque de Santa María la Ribera.
¿Qué tipo de arquitectura es el Kiosco Morisco de Santa María la Ribera?
El Kiosco Morisco, según infobae.com, es una muestra del estilo neomudéjar: una corriente que revive y adapta elementos de la arquitectura islámica tradicional de la península ibérica.
Este estilo, caracterizado por su riqueza ornamental y sus formas únicas, intenta capturar y reflejar las construcciones musulmanas del pasado, especialmente aquellas que datan de la época del dominio árabe en España.
El kiosco está decorado con un sinfín de intrincados grabados y patrones. Además, la presencia de una serie de arcos simétricos y elevados es otro rasgo distintivo de este estilo arquitectónico, ya que evocan la forma de las puertas y ventanas de las antiguas mezquitas y palacios, creando un ambiente que transporta a épocas llenas de misterio y simbolismo.
Gentrificación: el caso de Santa María la Ribera CDMX
Por otro lado, Rodrigo, maestro tostador de Elipsis, quien se dedica a tostar y catar cafés en la colonia Santa María la Ribera CDMX, menciona que actualmente la dinámica de los nuevos residentes de la zona es muy diferente a la de los locales.
Los inmuebles son reconstruidos o remodelados para ser habitados por personas que llegan de manera temporal, por seis meses o un año. Pero, no son habitantes que generan comunidad vecinal.
Y ese fenómeno se observa con los micro departamentos que se pueden ocupar en renta temporal, en las plataformas inmobiliarias.
“El fenómeno de la gentrificación, en Santa María la Ribera, ha sido más violento y veloz, en los últimos años”
Rodrigo.
Impacto de la gentrificación en los negocios y las comunidades
En la entrevista, Rodrigo contó que, a su negocio, van personas locales para comprar una bolsa de café y compartir un momento con él.
Los clientes, muchas veces, van sin la intención de hacer una adquisición de productos, sino para platicar sobre las cosas que pasan en la colonia y compartir información.
“La gentrificación ha afectado a la comunidad. Ante muchos ojos, puede traer beneficios económicos, pero desde mi territorio, mi espacio y mi creencia; genera un desplazamiento, no nada más de personas que habitan, sino también de la cultura. Un desplazamiento que genera ruptura con los espacios de origen. Este sistema rentista, en el que hoy habitamos, no permite que las comunidades se desarrollen de manera orgánica”
Rodrigo.
Rodrigo cree que el bienestar de las comunidades mejora, cuando las personas genuinamente se preocupan por sus espacios y cuidan a sus vecinos. Pero, con la llegada de residentes temporales extranjeros y el desplazamiento de los locales, se pierde la colectividad.
¿Cómo será el futuro de la comunidad?
Entonces, Rodrigo considera que el futuro de la comunidad será extraño, pero que habrá espacios de resistencia.
Y él también piensa que, aunque muchas personas aseguran que la gentrificación genera más ganancias para los negocios locales; estos se encuentran destinados a desaparecer, porque quienes los mantienen vivos son los vecinos que forman parte de la comunidad de la colonia.
En cuanto a cómo resistir, siendo locatarios, Rodrigo recomienda hablar entre vecinos, para generar colectividad. Esto debido a que cree que la comunicación genera arraigo a los espacios.
“Lo principal es hablar con los vecinos, hablar con los locatarios y locatarias de los espacios, y organizarse de formas horizontales. Hay tres o cuatro pequeñas organizaciones dentro de esta colonia, que justamente se dedican a eso y han generado un sentido de comunidad muy importante. Y creo que es eso, o sea, es hablar entre nosotros, comunicarnos y generar una comunidad”
Rodrigo.
Texto: Daniela Saldaña
